sábado, 31 de enero de 2009

A vueltas con el autobús

Allá por noviembre comentaba el tema de El autobús ateo en Inglaterra.


Juan José Millás, en EL PAIS, reflexiona -corta y mordazmente- en su artículo Sorpresa sobre la intolerancia religiosa. Hábilmente relaciona la campaña "ingenua y en absoluto agresiva" con Rouco.


¿Qué diferencia hay entre las dos fotos? Muchas. Pero yo quiero destacar PROBABLEMENTE. Mientras que el ateo (o agnóstico, o como quiera que se llame) deja un resquicio, un atisbo de que podría estar en un error, el creyente (creo que se trata de los Evangélicos) no quiere dejar lugar a dudas, Dios existe y punto. ¿Con qué frase te quedas?

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