domingo, 30 de noviembre de 2008

Los piratas de Internet




Leyendo en el blog "Opiniones" -tienes su enlace aquí al lado- el artículo "Los piratas están en Somalia, no en Internet" (te lo recomiendo), su autora Mercè Perelló hace un buen análisis sobre la campaña anti-pirateo del Ministerio de Cultura.

Pero no estoy totalmente de acuerdo con él. Por ejemplo cuando menciona que "Enlazar y descargar contenidos no es ningún delito". Supongamos que entras en un conocido centro comercial sin vigilantes, sin cámaras, sin detectores en las salidas, de tal manera que podrías tranquilamente coger el libro, el disco o cualquier otro artículo que te apeteciera y llevártelo tranquilamente sin pasar por caja, porque nadie te va a llamar la atención ni a denunciar. En estas circunstancias, y a pesar de no haber vigilancia alguna, cometerías un delito contra la propiedad si te llevas algo sin pagarlo, porque lo estás haciendo contra la voluntad de su propietario. Si cambiamos el escenario anterior colocando un cartel en la entrada: "ENTRE Y LLÉVESE GRATUITAMENTE TODO LO QUE DESEE", la cosa cambia, ¿verdad? Con esto, se nos está ofreciendo explícitamente algo que podemos coger y llevárnoslo a casa. En ambos supuestos lo que cogemos tiene una propiedad. En el primer caso atentamos contra ella, pero no en el segundo porque explícitamente el propietario lo entrega gratis.

Un tercer escenario. Imagínate que nos ofrecen gratuitamente (o extremadamente barata) mercancía, pero tú no sabes si la mercancía es robada o no. ¿Te quedarías con ella? ¿Eres tú de los que compran autorradios u otros aparatos de origen desconocido?

Internet es un caos apasionante, de eso no cabe duda. Millones de personas publican, buscan, comparten información, ideas, conocimiento... También hay comercio en Internet. Es el mercado de siempre en un escenario diferente, en un medio diferente. Alguien que quiere vender algo encuentra a otro que lo quiere comprar. Pero las reglas son las mismas: el que roba delinque y debe ir a la cárcel. Si no fuera así, sería perfectamente lícito que, mediante enlaces y descargas lograra hacerme con tu número de cuenta bancaria, y "bajarme" tu saldo para descargarlo en otro sitio. Seguro que con eso nadie estará de acuerdo.

Si un autor emplea cinco años de su vida en preparar y publicar un libro, y de los ingresos que obtenga podrá vivir y podrá publicar más libros, ¿qué derecho ampara al que toma un ejemplar, lo copia en formato digital y lo pone en Internet a disposición de todo el mundo, obteniendo además unos ingresos por colocar publicidad en sus páginas, dejando al autor de la obra con tres palmos de narices? Y cuando menciono libro puedo mencionar CD.

Evidentemente hay multitud de personas y organismos (la mayoría) que no están en la Red con ánimo de lucro, están por compartir el conocimiento y las ideas. Hay cientos de miles de documentos en Internet que sus autores han puesto para ser leídos, para que se bajen, para que se difundan. Y miles de aplicaciones informáticas (sistemas operativos, bases de datos, herramientas, etc.) están en la red para ser descargadas gratuitamente, con el único compromiso de no lucrarse con ellas. ¿Es justo, no?

Voy a alargarme un poco más. "La red es libre", comenta Mercè en otro párrafo del mismo artículo. Tampoco estoy de acuerdo. ¿Qué tan libre es una red que cuesta 40 euros al mes el tener acceso a ella, y que tenemos que pagar a una compañía privada que puede cortarnos el suministro cuando quiera? Y una red que en una ciudad como Jerez, la quinta ciudad de Andalucía, hay zonas donde Internet no está accesible. El símil que se impuso hace unos años cuando se hablaba de "autopistas de la información" al referirse a la red, viene muy bien. De la misma manera que hay una red sanitaria, una red educativa, una red de carreteras (comunicaciones, al fin y al cabo) con cargo a los presupuestos del Estado, no estaría mal el que dispusiéramos de una red de comunicaciones estatal, de tal manera que se pueda garantizar el acceso a la información a toda la ciudadanía.
Hay suministros que se consideran fundamentales, como el agua y la electricidad. ¿Por qué no el teléfono e Internet? Todo llegará.

Si no hay libertad en el acceso, tampoco la Red es libre en sus contenidos. Ruego que alguien me corrija si me equivoco, pero actualmente los dominios de Internet (los nodos, o sistemas donde se publican y se buscan los contenidos de la Red) están autorizados (y por tanto controlados) por un organismo de los Estados Unidos, Internet Corporation for Assigned Names and Numbers (ICANN), de tal manera que el espacio de direcciones y los nombres de dominio se manejan a través de la National Telecommunications and Information Administration (NTIA) del Departamento de Comercio de Estados Unidos.

Esto significa que cualquier dominio de la red puede ser "silenciado" a discreción por el Gobierno de los Estados Unidos. ¿Estábamos hablando de una red libre? Pues me permito dudarlo. ¿Libre también para los chinos -por ejemplo- a los que se les trunca los accesos a contenidos a través de los buscadores como Google, empresa que coopera con el gobierno para cercenar aún más los derechos de los chinos?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias por tus palabras sobre mi blog. Voy por partes:

La filosofía de la red es enlazar, compartir, crear, recrear, definir, redefinir. Hay una ética implícita que manda citar las fuentes originales.

Hay mecanismos en Internet, y hay muchos creadores que los usan, para pagar por los productos que ofrecen, pero decargarse música o películas para uso personal y sin fines comerciales no es delito, y de hecho la sentencias que ha habido hasta ahora al respecto, avalan lo que digo. Otra cosa son los que se dedican a descargar para vender.
Respecto a la libertad de la red. vale es cierto que tienes que pagar una cuota por conwectarte, pero yo me refería, en un sentido más general, a la libertad de información, de cultura, a todas las posibilidades que nos ofrece. Por ejemplo a ti y a mi, escribir un blog. Es realmente apasionante y yo en la red me siento libre.
Debemos luchar contra los que ,desde su ignorancia, y desde su poder (por desgracia cuántas veces se juntan), quieren restringir nuestros derechos en favor de los derechos de las multinacionales o las empresas privadas. Ya sean ministerios, gobiernos, Europa, o quien sea. Y además lo disfrazan muy bien con la excusa de la piratería y si nos descuidamos todos seremos peligrosos dentro de nada y nuestra privacidad y libertad civil se verá amenazada.
Nos hallamos ante nuevas herramientas, nuevos contenidos, y nuevos escenarios que requieren una visión más culta y menos papanata, mas evolucionada y menos anclada en el pasado. El problema de fondo,como digo en mi artículo, es que se está generando cultura y creación fuera de los cauces de la industria cultural clásica, y ésta no quiere perder esa batalla.
Saludos.