Al fondo, a la izquierda, vemos un grupo de motos aparcadas en la acera. Allí está permitido. Pero, ¿sabes por dónde acceden las motos a ese aparcamiento? Pues por el paso de peatones, por donde se ha rebajado el borde para dar mayor accesibilidad, ¡a los peatones, no a las motos!
Claro que hay que buscar espacio para el aparcamiento de motos pero, ¿por qué siempre a costa del espacio supuestamente reservado a los peatones? Esa zona final de la calle Larga, con ese aparcamiento de motos y con las gradas colocadas -supongo que para la semana santa- se ha convertido en un sitio intransitable ¡para los peatones!, porque el espacio para el paso de coches se respeta escrupulosamente.
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