Mientras tanto me entretengo en recoger algunas perlas cultivadas por los padrecitos de los niños yogurcitos. Sí, esos padres que colocan a sus hijos en una burbujita protectora para que crezcan al amparo de los distintos ataques que pueden sufrir por parte del resto del mundo, pero especialmente del profesorado.
Aquí van unos pocos botones de muestra, y te aseguro que son reales, como la vida misma:
- Por favor, cuando revise la tarea, no utilice bolígrafo de tinta roja. Mi hijo se estresa.
- ¿Y tiene mi niña que subir las escaleras para ir a clase?
- Mi hijo no estaba copiando, estaba procesando información.
- Ha llegado mi hijo a casa con una picadura en la mano de mosquito o de araña. Les exijo que fumiguen el colegio, o al menos la zona por donde mi hijo va.
- Por favor, no riñan a mi hija cuando no hace la tarea. Se puede traumatizar.
- Mi hijo padece una enfermedad por la que no percibe bien los sonidos y a veces no entiende lo que se le dice. (El padre, como justificante, entrega un copia de la descripción de la enfermedad sacada de Internet).
2 comentarios:
Los cosquis de los hermanos de la Salle o los Marianistas no traumatizaban... solían curarte la enfermedad por la que no entendías lo que te decían
me encantó tu post, sí , somos culpables de esto y mucho más, así como nuestros viejos también lo fueron y así suma y sigue
somos animales poco sapientes con lo que nos toca vivir, metemos la pata más que de lo que aprehendemos
desde Chile un abrazo
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