Los dueños (bestias) del asfalto

Me hago eco de una nota de prensa con el titular siguiente: Detenido un conductor con claros síntomas de embriaguez tras impactar con otro vehículo en [la plaza de] Madre de Dios. Hasta aquí puedes pensar que, desafortunadamente, esto no es noticia. Pero lee el subtítulo de la noticia: El individuo emprendió la huída al requerir los agentes su identificación y en la Plaza de Madre de Dios chocó con otro vehículo parado en un semáforo en rojo. Esto ya tiene otro cariz, ¿verdad? Parece que estamos entrando en la trama de un telefilm policíaco de buenos y malos.

Resumiendo, que con más de dos copitas encima, estos "dueños" de la calle piensan (es un decir) que pueden hacer todo lo que se les antoje como, por ejemplo, darle caña al buga. Bueno, esto realmente lo hacen también cuanto están sobrios. Cuando están ebrios se le añade un poco de más emoción al asunto. Y emprenden una relampagueante huida cuando la policía intenta retenerlos. Como en las películas. Claro que no contaron con los efectos del alcohol y de la adrenalina juntos, una mezcla explosiva que ciega bastante, y se la pegaron con otro vehículo ante un semáforo en rojo.

La noticia no comenta si se produjeron daños personales tanto en el infractor como en los posibles ocupantes del coche que estaba esperando en el semáforo en rojo. No estaría mal saber algo sobre esto.

Ni que decir tiene que esta conducta es más que reprobable, pero la Policía Local no debería en ningún caso emprender este tipo de persecuciones, pues ponen en peligro la vida de otras personas (y de ellos mismos), arriesgándose a provocar "daños colaterales" nada deseables.

Así que menos alcohol (ninguno) y menos chulear con el carro, pero también nada de persecuciones por parte de la Policía Local, hay métodos más racionales para coger al infractor.

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