lunes, 11 de octubre de 2010

Se está mejor sin coches

Jerez. Antiguo Cabildo
Hoy domingo, por la mañana y como de costumbre, salí a comprar la prensa, el pan y unos churros para desayunar. Era relativamente temprano, poco más de las nueve. ¿Sabes qué me ocurrió durante ese paseo? Pues que oí el silencio. Una quietud y una tranquilidad que hacía tiempo no sentía. Incluso por calles por donde normalmente hay tráfico.

Y es que urbanistas, arquitectos, sociólogos, en fin, a cualquier experto en urbanismo o en medio ambiente, te dirá que el uso del coche en la ciudad debe desaparecer: Ruido, contaminación atmosférica, incremento del efecto invernadero, accidentes, estrés, enfermedades cardio-pulmonares y un largo etcétera de maldades. Cada vez hay más directivas europeas dirigidas a disminuir el tráfico en las ciudades.


Jerez. c/Larga, peatonalizada.

En la ciudad hay que ir andando, en bicicleta o en transporte público. Eso es calidad de vida. Y el coche o la moto, para desplazamientos por carretera, siempre y cuando el transporte público no responda a nuestras necesidades. Debemos tomar conciencia del problema y los responsables de la política municipal tener esto muy en cuenta en sus proyectos y acciones de gobierno.

4 comentarios:

Salvador León dijo...

D.Antonio oíste el silencio, por la sencilla razón de que el centro sólo vivís unos pocos de afortunados. Nuestra lucha tiene que estar en revitalizar y habitar el centro.

Unknown dijo...

A Salvador: Pues, como casi siempre, tienes más razón que un santo. Un saludo

Alfonso Saborido dijo...

Sigues en tu particular lucha de una ciudad para vivir, no para sobrevivir. Animo.
En cuánto a lo de más razón que un santo, deberías especificar qué santo. Desde que don Josemaría es santo, puede ser santo cualquiera :-P

Unknown dijo...

Bueno, Alfonso, pongamos a San Cristóbal. Tengo vagos recuerdos de mi niñez en los que veo circular coches por la plaza del Arenal ridiendo honores a la figura supongo que de San Cristóbal y a un cura arrojándoles agua (supongo) con un aparato llamado hisopo. Hoy día, afortunadamente, la plaza del Arenal ya es peatonal.