El coche, mata

Yo no sé de qué manera a nuestros dirigentes políticos nacionales, autonómicos o municipales y a sus planificadores urbanísticos hay que decirles que la ciudad es para las personas, no para los coches. Que cambiar la ciudad para facilitar el tráfico de coches es algo obsoleto, de una época pasada. Y, además, matan. Todos sabemos que los accidentes de tráfico son una de las causas más frecuentes de mortalidad. Pero esta máquina (infernal, si se usa mal como se hace en la actualidad) además contamina, y mucho. Tanto que también mata por este camino. Ayer se publicó en EL PAIS un artículo que relaciona la contaminación de los motores diésel con la reducción de la esperanza de vida, "Para las partículas PM2,5 no hay nivel de protección, es decir, que por más que se baje siempre hay impacto negativo para la salud", se comenta en el artículo. Éste hace referencia a un estudio europeo financiado por la Comisión Europea en el que han participado 60 científicos de 12 países. O sea, no estamos hablando de un informe "cocinado" a gusto de intereses creados. De hecho el informe servirá de base para que la Comisión legisle contra las partículas PM2,5 (son partículas que salen del tubo de escape de los coches que miden menos de 2,5 micras, que ni se ven, ni se huelen ni se tocan, pero son mortales).
Como ya he comentado en más de una ocasión, en mi pueblo (y no es una excepción) hay cientos de calles estrechas donde se permite el tráfico de coches, con lo que el peligro se multiplica: o te atropellan o te mueres por la inhalación de gases y partículas que va dejando el motor de combustión a su paso. Porque ni los gases ni las partículas se dispersan adecuadamente en este tipo de calles.
¿Para cuándo un verdadero plan que luche contra la contaminación que nos está matando? ¿O es que vamos a esperar a que no queden conductores que contaminen? Si no leiste la noticia, te la recomiendo (y los apartados anexos). Los datos que aportan son espeluznantes. Dan miedo. Pica aquí
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