Si en el buscador Google escribes "suicidios en France Télécom" aparecen 128.000 entradas. Casi nada. O sea que es de suponer que mucha gente nos hemos enterado de lo que ocurre: 25 suicidios en 19 meses, número que prácticamente cubre la tasa de suicidios en Francia. A pesar de obtener menos beneficios que en 2008, en el tercer trimestre de 2009 France Télécom obtiene de beneficios brutos más de 4.500 millones de euros, que no es moco de pavo.
Como no parece ser suficiente, la empresa (dueña de ORANGE, y participada en más del 25% por el estado francés) se planteó una reestructuración es decir, quitarse al personal de enmedio para así ganar más dinero. Y de qué manera se habrá planteado el tema que ya van por 25 los empleados de esta telefónica francesa que han optado por la drástica solución de quitarse la vida.
Cogen a empleados de edad mediana, y los putean (perdón -a medias- por la rudeza de la palabra). Personas de más de 50 años que, por muy buena formación que tengan les es muy difícil cambiar de trabajo, las colocan en puestos que nada tienen que ver con su desarrollo profesional, obligándolas en muchos casos a cambiar de población, y con la amenaza de irse a la calle con lo puesto. Provocando en ellas una situación de angustia o estrés que en muchos casos, como demuestra la cruda realidad, desemboca en lo inevitable.
Y no pasa nada. Cabe preguntarse por qué un servicio público no tiene límites en los beneficios que obtiene por hacer un trabajo (pensemos también en el suministro de energía eléctrica, en el de agua potable, por ejemplo), o por ofrecer un producto que es necesario para las personas, en muchos casos imprescindible, como es el agua.
A propósito del agua, no llego a encajar que una empresa dedicada a la gestión del agua como es Aguas de Barcelona sea dueña del 55% de ADESLAS, una compañía de seguros médicos. O que vaya a ser comprada por Suez Environnement, una empresa creo que francesa, metidos hasta las trancas en el juego del mercado, de la compra-venta, con la Caixa por medio. Vamos, que el que yo pueda beber o no agua del grifo depende de cómo vaya la bolsa, de cómo los especuladores se porten, mirando a tal o cual activo.
¿Para cuándo esa revolución que remueva los fondos del actual sistema, lance fuera de esta galaxia a los indeseables y nos agite un poco a todos para hacernos recapacitar?
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Como no parece ser suficiente, la empresa (dueña de ORANGE, y participada en más del 25% por el estado francés) se planteó una reestructuración es decir, quitarse al personal de enmedio para así ganar más dinero. Y de qué manera se habrá planteado el tema que ya van por 25 los empleados de esta telefónica francesa que han optado por la drástica solución de quitarse la vida.
Cogen a empleados de edad mediana, y los putean (perdón -a medias- por la rudeza de la palabra). Personas de más de 50 años que, por muy buena formación que tengan les es muy difícil cambiar de trabajo, las colocan en puestos que nada tienen que ver con su desarrollo profesional, obligándolas en muchos casos a cambiar de población, y con la amenaza de irse a la calle con lo puesto. Provocando en ellas una situación de angustia o estrés que en muchos casos, como demuestra la cruda realidad, desemboca en lo inevitable.
Y no pasa nada. Cabe preguntarse por qué un servicio público no tiene límites en los beneficios que obtiene por hacer un trabajo (pensemos también en el suministro de energía eléctrica, en el de agua potable, por ejemplo), o por ofrecer un producto que es necesario para las personas, en muchos casos imprescindible, como es el agua.
A propósito del agua, no llego a encajar que una empresa dedicada a la gestión del agua como es Aguas de Barcelona sea dueña del 55% de ADESLAS, una compañía de seguros médicos. O que vaya a ser comprada por Suez Environnement, una empresa creo que francesa, metidos hasta las trancas en el juego del mercado, de la compra-venta, con la Caixa por medio. Vamos, que el que yo pueda beber o no agua del grifo depende de cómo vaya la bolsa, de cómo los especuladores se porten, mirando a tal o cual activo.
¿Para cuándo esa revolución que remueva los fondos del actual sistema, lance fuera de esta galaxia a los indeseables y nos agite un poco a todos para hacernos recapacitar?
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2 comentarios:
Qué tristeza! qué indignación!
Claro, los empleados son números y la compañía ya no es responsable de si esos números deciden salirse de la ecuación (aunque ellos los orillen)
Qué trágico también!
Hay tantas cuestiones incomprensibles. Qualytel es una máquina de hacer cursos, como forma de marketing.Con lo que además juega y se rie de la dura realidad de desempleo de la zona. Constamtemente está haciendo cursos haciendo creer que va a contratar a personas, además pide desde el primer día papeles como si fuesen a trabajar, incluida focotopia de la cuenta bancaria para "ingresar" la nómina que nunca llegará porque lo que hace es hacer cursos y más cursos como frma de marketing de sus clientes, es decir vodafone, gas natural, etc, etc. Lo más indignante es que además la Junta de Andalucia paga a Qualytel la gestión telefónica de sus departamentos, yo cada vez me siento más indignada con esta durísima realidad quevivimos en la zona, desmpleo, choriceo, mala gestion de todo lo que se está privatizando y lo que te rondaré morena..........revolción yaaaa.
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